domingo, 24 de julio de 2005

Clínica estomatológica Fructuoso Rodríguez

Por: Julián Puig Hernández

Desde hace más de treinta años esta instalación funge como Clínica Estomatológica, nombrada Fructuoso Rodríguez; pero nunca, como en el presente, había tenido una fuerza técnica y profesional como ahora.

La instalación dispone de treinta y seis estomatólogos, de los cuales el cincuenta por ciento se encuentra cumplimiento misión de colaboración en otros países, nos informa la doctora Ibis Ávila Garrido, directora, que nos recibe en su oficina y donde acudieron también su colega Ana Lidia Luján, jefa del servicio estomatológico en el municipio de Puerto Padre y la técnica Direlis Tamayo Silva.

Esta institución presta servicios de Rayos X, Láser terapia, Prótesis acrílica y Ortodoncia; pero también colabora con otras dos unidades de la Dirección de Salud, Hospital Guillermo Domínguez y la policlínica Romárico Oro, donde existen condiciones para atender pacientes con un máximo de calidad.

Labor de los técnicos:

Si los especialistas tienen una labor encomiable, pues deben asumir la responsabilidad de quienes cumplen colaboración en distintos territorios de América y África, principalmente, los técnicos no se quedan atrás, debido a que los treinta y siete vinculados a la clínica hacen labor de terreno, consistente en la verificación dentro de los hogares sobre las condiciones higiénico sanitaria de las familias y toman notas para acometer acciones de ayuda.

Es así como llegan a cada rincón del municipio, hacen expedientes y luego entregan informe a los médicos de la familia y trabajadores sociales para darle continuidad al análisis que permite una efectiva atención sanitaria. En este particular no sólo asumen su función de higiene bucal, también incluyen otras aristas relacionadas con la salud en general.

Este personal, que tiene en el orden personal el compromiso diario de visitar ocho casas, materializa una misión de incalculable valor humano y profesional.

Programas priorizados:

El personal técnico y especializado de la Clínica Estomatológica dispone de programas que requieren especial prioridad; como por ejemplo: Embarazadas, Madres con niños menores de un año, Discapacitados, Niños no vinculados a centros seminternos y población geriátrica.

Es obvio que estas acciones abarcan un universo sensible desde el punto de vista humano, pues centra su atención tanto en el futuro, como en el presente y el porvenir.

Sin embargo, una cuestión que requiere especial análisis es que ellos, con charlas personales y colectivas, contribuyen a enriquecer la cultura estomatológica de manera laudatoria, pues con eso previenen enfermedades y dejan una impronta en las nuevas generaciones de cubanos.

Movimiento científico en la estomatología:

Direlis Tamayo Silva es una joven técnica muy entusiasta que ha asumido la organización y materialización de los foros de Ciencia y Técnica en la institución.

Ella nos informó que durante el recién concluido encuentro de base, fueron debatidos dieciocho trabajos investigativos, que tienen incidencia no sólo por la innovación técnica y tecnológica sino, además, en la actividad educativa y de promoción de salud en la comunidad.
Este centro, como en otros del resto del territorio, dispone de un importante potencial humano, bien preparado para las contingencias más apremiantes, sean cuales fueren.

sábado, 9 de julio de 2005

Irina es un nombre hermoso

Irina es un nombre hermoso, parece ingenuo y eternamente infantil. Cuando sus padres la inscribieron en el Registro Civil, hubo en la acción, además del compromiso y obligación legal, una infinita entrega de amor. Entre pañales y desvelos comenzó su vida Irina Rodríguez Ronda el 27 de marzo de 1988.

Hay algunos que no creen en la predisposición familiar, otros todo lo contrario aún cuando falta el espaldarazo científico.

La niña tuvo su primer impacto contra la salud en diciembre de 1989, con una sepsis generalizada que requirió la exhaustiva investigación de los especialistas: hacía su aparición un monstruo alojado en su interior, tenebroso y calculador de movimientos y debilidades del organismo. Era el Lupus Eritomatoso Sistémico.

En el Hospital Pediátrico Mártires de Las Tunas un equipo multidisciplinario acometió, de inmediato, un grupo de estrategias para hacerle frente al diagnóstico. Hay medicamentos imprescindibles, no tienen parientes que asuman la responsabilidad que le está asignada en la familia farmacológica y por eso, recuerda Luís, el padre de la hermosa Irina, fue preciso enviar información sobre el particular al Puesto de Mando de Medicamentos.

Si no se andaba con premura la niña moría y la realidad inesquivable estremeció los corazones de quienes directa o indirectamente estaban comprometidos con el caso.

Hecho el sueño a un lado, el equipo el pleno se puso en función y en menos de 72 horas, traído del Canadá vino el fármaco por el aeropuerto de Camagüey, a más de cien kilómetros al oeste del hospital.
Era un ciclo completo, recuerda Luís pasando sus manos por los cabellos de la niña que nos mira ingenua, con una gozosa risa interior y el padre alegre, porque Irina nunca trae bajas notas de la escuela y de seguro, en algunos años, la casa dispondrá de otra profesional (tal vez doctora) para asumir el sueño realizable de un mundo mejor.