Por: Julián Puig Hernández.
A pocos metros de la Avenida de la Libertad, la principal arteria urbana de Puerto Padre, justo en la Calle 25, hay un nido de zunzún, el ave endémica más pequeña de Cuba.
Acolchada en su diminuta “alcoba”, donde solo deja ver la cabeza y la punta de sus alas, se la pasa todo el tiempo calentando un huevo que representa, sin dudas, su mayor tesoro.
Cuentan los vecinos que no hace mucho, una lagarta, tal vez envidiosa por no contar con tan cómodo aposento ni huevo primoroso, trató de apropiarse de las comodidades de la avecilla, utilizando la violencia; y gran susto se llevó con la resistencia sin par encontrada allí.
Ni corta y perezosa, la zunzún mira a todos pasar, con ojo insomne, balanceándose en su colgante lecho de aproximadamente tres centímetros.
No son pocos los transeúntes, sin embargo nadie se atreve a perturbar la paz de la zunzún que es como la mimada del barrio y allí estará hasta que salga del huevo esa criaturilla, casi extinta por estos lugares.
lunes, 5 de junio de 2006
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