Por las venas del latir social

Por: Julián Puig Hernández.

El Departamento de Defectología del Policlínico Principal de Urgencias de Puerto Padre atiende el Programa de Retraso Mental que se encarga de monitorear todo lo referente a las patologías relacionadas con este problema social.
La licenciada Mileydis Pérez Rodríguez es la responsable de llevar a vías de hecho las exigencias de esta particularidad de la salud que cuenta con el apoyo de organizaciones sociales y gubernamentales.
En la Villa Azul de los Molinos existen tres niños con Observación Temprana y otros ocho que tienen Parálisis Cerebral Temprana los cuales reciben asesoramiento de un grupo profesional entrenado específicamente para esa tarea.
Se trata no solo de adiestrar a esos infantes sino inmiscuir a la familia que tiene contacto directo con ellos y, de manera indirecta, a la comunidad donde radican.
Es una labor paciente y muy humana como tantas atendidas por los diferentes programas de la Dirección de Salud.
Una acción tan sencilla como enseñarles los colores requiere tiempo, pericia, dedicación y astucia; pero se hace con mucha mesura, a la par que nombrar al rojo por su nombre, como al azul, amarillo y todo el arco iris.
Dadas las características de los niños, se precisa, ante que todo, instruirlos en la atención, porque se disocian con facilidad y cuando cambian su postura pierde efectividad la labor, sin embargo, para que las cosas marchen como se debe, es menester llevar a la par todas las acciones precisas.
La cuota de amor está en todo, pero sobre todo en los momentos en que hacen cosas, cuando necesitan que se les hable, para estimularlos y se sientan partícipe de todo lo que les rodea, nos dice la licenciada Pérez Rodríguez.
Los lunes y los miércoles hay consultas en el propio policlínico, para precisar detalles y asentarlos en las historias clínicas habilitadas.
Se hace un seguimiento para palpar los resultados y poder continuar en una dirección efectiva.
Pero este equipo también atiende el Proemdis, es decir, el Programa de Empleo al Discapacitado, que se encarga de procurarles trabajo a esos hombres y mujeres con limitantes físicas o mentales.
Para ello hay un convenio, amparado por resoluciones ministeriales que a su vez disponen de los instrumentos jurídicos de la constitución, donde hacen posible de manera expedita la búsqueda de empleo adecuado y bien remunerado para los impedidos físicos y mentales.
El gobierno en el territorio desarrolla reuniones mensuales donde son chequeados los acuerdos en pos de hacer efectivos los acuerdos salidos de esos contactos interinstitucionales.
Una nota curiosa es que incluso los adolescentes, egresados de las escuelas especiales, disponen de centro laboral garantizado cuando concluyen sus estudios, pero se les avala, también, continuidad en la labor educativa.
Estos últimos, en sus puestos de labor, poseen un tutor, que se encarga de monitorearlos, corregir sus imprecisiones y luego instruirles mejor.
No es poco lo que asumen ante sí estos compañeros profesionales de la salud que cuentan con el buen apoyo de otras organizaciones del territorio, quienes en conjunto saben viajar por las venas del latir social.