Por: Julián Puig Hernández
Alrededor de 300 kilogramos de cocaína y marihuana han entregado a las autoridades cubanas de guardafronteras, los tripulantes del Escamero 33, desde el año 2002 hasta la fecha, informó el patrón de la mencionada tripulación, Roberto Betancourt Sempoll, que tiene su base en la bahía de Puerto Padre.
En ese empeño, junto con su labor de captura de peces en los cayos del norte camagüeyano, están enfrascados también Carlos Sempoll Varona, Humberto Sempoll García y Carlos Ramón Ojeda Balbuena que completan la nómina del barco.
La primera experiencia ocurrió en el año 2002, en Cayo La Aguada, donde encontraron un kilogramo de cocaína con un embalaje resistente al salitre y el tiempo; después fue en Mégano Chico, donde sacaron a la superficie alrededor de 50 kilogramos de marihuana; luego en Cayo Grillo y posteriormente en Quebrada del Palo, todos en la provincia vecina de Camagüey.
La última experiencia tuvo lugar al anochecer del 30 de abril, en Cayo La Bocaina, cuando luego de un fatigoso recorrido en busca de una excelente zona de pesca, divisaron un bulto flotar cercano al mangle, dispusieron de una chalupa y fueron hasta el sitio para encontrar un fardo, envuelto de material resistente a las embestidas del arrecife y dispuesto de sogas que facilitan su extracción por medio de garfios: eran cerca de 40 kilogramos de cocaína.
En estos casos, nos explica el patrón, Roberto Betancourt Sempoll, se llama de inmediato al punto de guardacostas más cercano y ellos disponen de suficiente presteza para llegar al lugar del hallazgo en poco tiempo. Eso nos posibilita no interrumpir nuestras labores por mucho tiempo.
Los combatientes del Ministerio del Interior hacen una encomiable labor en pos de minimizar el tráfico de drogas que, procedente de distintos países de Suramérica, llevan su infecta carga principalmente hacia los Estados Unidos, donde encuentra un mercado penosamente seguro y que dominan personas inescrupulosas.
En el Establecimiento Pesquero Juanito Mora, de la Villa Azul, otra embarcación, cuyo patrón es Heriberto Trinidad Rodríguez (El Niño), ha tenido y tiene una activa participación en la lucha contra el tráfico de narcóticos hacia los Estados Unidos.
Aunque las autoridades de Washington no reconocen institucionalmente los esfuerzos de Cuba, las autoridades de esta nación no cejan en el empeño de luchar contra este dañino comercio ilícito, pues a la postre es el pueblo de los Estados Unidos quien sufre las consecuencias de un mercado que requiere una acción más dinámica y coordinada en pos del mejoramiento humano.
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