miércoles, 11 de mayo de 2005

LA SONRISA INCOMPLETA DE UNA MUJER

Por: Julián Puig Hernández.
Detrás de la sonrisa de esta mujer hay un sufrir. No se ve a simple vista, es preciso ahondar en las interioridades, investigar la historia y conocer los sucesos.

Algunos pudieran creer en la pérdida de un hijo y no lo es, otros afirmarían sobre la muerte de su madre, real, y del padre, también real; sin embargo anterior a todos esos golpes del destino, Mirtha Martínez Madrigal, que así es su nombre, sufrió el brutal asesinado de dos primos en el tenebroso amanecer del 26 de septiembre del año 1958.

Fue en los parajes campestre del lugar conocido por La Anguila, cerca de Aguacatico, donde existió, durante la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, un campamento rebelde. En las primeras horas de la mañana vinieron los esbirros recogiendo a todo ciudadano sospechoso y a golpe de culatazos y empujones le arrancaron a la familia, primero a Cecilio Madrigal (Cholito), de 16 años de edad, y luego a Orlán, de 19 años de edad; les amarraron las manos con alambre y se los llevaron por el camino polvoriento y triste.

Atrás quedó Diego Martínez Madrigal, que logró escapar en su caballo blanco, y con un dolor inmenso en la clavícula, luego de un culatazo de un soldado, Róger Martínez Madrigal, que sólo tenía entonces 14 años de edad.

Fueron encontrados luego, junto a otros asesinados, con la cara hinchada por los bayonetazos, los intestinos salidos por la barbarie de los golpes y algunas perforaciones de balas. Toda la vecindad debió correr para salvar del fuego los cuerpos inertes e improvisar hamacas donde fueron trasladados, bajo un silencio atroz, hasta las humildímas casas para ser expuestos ante la triste mirada de todos, la inocencia de niños y el dolor general.

Mirtha entonces era muy joven y llegó un poco después del abominable hecho, pero le resulta imposible borrar de su memoria los cuerpos sin vida de sus dos primos, casi niños y llenos de sueños. Todavía, después de casi 47 años, la sonrisa de esta mujer no es plena.

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